ENFERMEDADES TRANSMITIDAS por los ALIMENTOS - Revisión (Parte 4)
"La duda es uno de los muchos nombres de la inteligencia"
(Jorge Luis Borges)
ENFERMEDADES TRANSMITIDAS por los ALIMENTOS - Revisión
(Parte 4)
Shigelosis (CIE-10
a03)
Se la conoce también como disentería bacilar. Está
ampliamente difundida, en especial en las zonas en desarrollo. Shigella son
bacilos Gram negativos, inmóviles, aerobios, dividido en cuatro grupos o
especies: Shigella dysenteriae (grupo A), Shigella flexneri (grupo B), Shigella
boydii (grupo C), Shigella sonnei (grupo D). Los grupos A-C se subdividen en
serotipos (número arábigo) y subtipo (letra minúscula) que son 12, 14 y 18
respectivamente. El grupo D tiene un solo serotipo. S. dysenteriae tipo
1 es productora de una toxina citoletal, toxina Shiga. Shigella spp. son
productoras de otras citotoxinas y de enterotoxinas (Sh ET1 i ShET2). La dosis
infectante es baja 10-100 bacterias y varía por especie (10 para S. dysenteriae
y 100 para S. flexneri y S. Sonnei).
La Organización Mundial de la Salud estima la
ocurrencia de 165 millones de casos y 1.1 millón de muertes por año. La
prevalencia de las cepas varía por área: S. fleneri en los países en
desarrollo, S. boydii en los industrializados. S. sonnei y S. dysenteriae
tienen menor frecuencia. Son microorganismos de reservorio humano aunque se han
comunicado brotes en colonias de primates. El hombre es huésped natural. La
transmisión es fecal-oral por contacto directo o por agua y alimentos
contaminados con heces. Las moscas y cucarachas son vectores importantes en las
zonas donde la eliminación de excretas es abierta. La mayor incidencia se registra en los meses más
calurosos y en menores de 5 años. Las epidemias ocurren en situación de
desastres naturales (terremoto, inundación, hambruna), en campos de refugiados
(Zaire, 1994, 30.000 muertos) o prisioneros y en instituciones semicerradas
(instituciones para discapacitados). Los brotes por el consumo de alimentos
contaminados afectan familias o grupos de personas en reuniones (cruceros,
festivales, restaurantes, etc.). La susceptibilidad es universal.
Han sido comunicados brotes de shigelosis producidos
por perejil picado en cuatro estados de los Estados Unidos y en dos provincias
de Canadá. Un brote interestatal en Estados Unidos, debido al consumo de
un plato típico mexicano comercializado provocó 30 casos confirmados de diarrea
por S. sonnei. Los productos importados contaminados pueden provocar brotes en
los países desarrollados (por ejemplo por perejil, mariscos, etc.). En Argentina fueron comunicados en el año 2000: un
brote por S. flexneri (n=70) en el comedor de una empresa y otro por Shigella
spp. (n=15); los alimentos incriminados. Fueron milanesa y mayonesa,
respectivamente. En Montevideo (Uruguay) fue estudiado un brote (n=20) por el
consumo de ensopado de carne contaminado con S. sonnei en un comedor.
Shigella spp. es resistente a pH ácido (sobrevive a pH
2). Una vez en el intestino se adhiere y penetra en la célula del epitelio
intestinal por un proceso tipo fagocitosis y se multiplica. Provoca la muerte
celular lo que determina la respuesta inflamatoria característica (ulceración
de la mucosa y microabscesos) y llega a la lámina propia. Dentro de las 12
horas de infección, se multiplica alcanzando concentraciones de 107-109/ml en
la luz intestinal. La densidad bacteriana es mayor en la superficie de la
mucosa que hacia el interior de la pared intestinal. La localización es en
íleon terminal y colon. El período de incubación es de 1-3 días (rango 12
horas-7 días). El período de estado cursa con fiebre, dolor abdominal y diarrea
acuosa inicial que entre el primero y segundo día se transforma en deposiciones
frecuentes, poco voluminosas con moco y sangre. La temperatura disminuye,
aumentan el dolor abdominal y los ruidos hidroaéreos. Puede presentarse tenesmo,
urgencia para la defecación y defecación dolorosa. También cursa con diarrea
acuosa tipo disentérica. No se ha aclarado el mecanismo por el que ocurren las
convulsiones generalizadas en algunos pacientes.
La enfermedad, en general, es autolimitada en 5-7
días. Las complicaciones son: alteración del estado de conciencia asociada a
alteraciones metabólicas (hipoglucemia, hiponatremia), proctitis, prolapso
rectal, perforación colónica o del íleon distal, megacolon tóxico, sepsis, síndrome urémico hemolítico, artritis reactiva. La excreción fecal se mantiene
alrededor de cuatro semanas después de la enfermedad. Si el paciente requiere internación o en el hogar el
cumplimiento de las precauciones / aislamiento entérico es estricto. La
investigación epidemiológica y el control de foco se realizan de rutina ante un
brote.
Las medidas básicas son:
Provisión de agua segura.
Eliminación sanitaria de excretas.
Educación para la salud especialmente referida a
la higiene personal y la higiene de los alimentos
El tratamiento de los alimentos que se consumen
crudos debe realizarse con agua segura para el lavado y el agregado de vinagre
en la preparación.
Yersiniosis intestinal (cie-10 a04.6) y extraintestinal (cie-10
a28.2)
Es una zoonosis emergente. El género Yersinia está
integrado por once especies. Tres especies son patógenas del hombre: Y. pestis,
Y. enterocolitica, Y. pseudotuberculosis. Las restantes podrían ser
considerados patógenos oportunistas. Son bacilos Gram negativos, aerobios y
anaerobios facultativos, móviles. Yersinia enterocolitica comprende más de 50
serotipos y 5 biotipos. El 90 % de las cepas aisladas del hombre pertenecen a 5
serotipos: O: 1,2a, 3; O:3; O:5,27; O:8 y O:9. La temperatura óptima para su
crecimiento es de 25º-32º C. La Y. enterocolitica sobrevive y se multiplica a
bajas temperaturas. La dosis infectante es de 109. El reservorio está constituido por animales domésticos
(cerdo, oveja, caballo, conejo, perro, gato), salvajes (ciervos, roedores,
ranas, aves, peces) y el hombre. El cerdo es la principal fuente de infección
de Y. enterocolitica que coloniza la orofaringe. La transmisión es fecal-oral
por alimentos y agua contaminados y con menor frecuencia por contacto con
personas o animales infectados. También se ha comunicado la transmisión
transfusional. La susceptibilidad es universal.
Y. enterocolitica y Y. pseudotuberculosis ingresan con
alimentos contaminados. Invaden la mucosa del íleon terminal. A los 4-7 días
hay úlceras en el íleon y zonas necróticas en las placas de Peyer. Los ganglios
mesentéricos están habitualmente comprometidos. El período de incubación es de 3-7 días. Y.
enterocolitica causa enterocolitis, ileítis, adenitis mesentérica (síndrome pseudoapendicular), septicemia y abscesos extraintestinales. Y.
pseudotuberculosis raramente produce diarrea. La enterocolitis es la forma
clínica más frecuente (alrededor del 66 % de los casos notificados). Se
caracteriza por fiebre, dolor abdominal y diarrea. Se autolimita en 1-3
semanas. Las complicaciones son: perforación del íleon, sangrado rectal. La
íleitis y la adenitis mesentérica cursan con fiebre y dolor en el abdomen
inferior derecho son similares a las manifestaciones de la apendicitis.
La sepsis se observa en los huéspedes
inmunocomprometidos o en los que tiene sobrecarga de hierro. También se han
comunicado neumonía, empiema pleural, abscesos pulmonares y faringitis
exudativa. Las complicaciones autoinmunes después de 7-14 días del inicio de la
enfermedad aguda y son: artritis reactiva (10-30 % de los adultos), eritema
nudoso, iridociclitis, glomerulonefritis proliferativa aguda y carditis tipo
reumática. La artritis reactiva es grave en los adolescentes y adultos. Afecta
más a las personas con HLA-B27. La eliminación fecal habitualmente es de 2
semanas-3 meses. La investigación epidemiológica y el control de foco
se realizan de rutina ante un brote. Las medidas básicas son: provisión de agua
segura, eliminación sanitaria de excretas humanas y de los animales domésticos
(perros, gatos, etc.), eliminación de roedores y educación para la salud
especialmente referida a la higiene personal y la higiene de los alimentos
(evitar la contaminación cruzada, separar la cabeza y el cuello del cerdo del
resto, cocción adecuada).
Enterococcus faecalis (CIE-10 1.6)
Los enterococos comprenden dos especies
encontradas en los intestinos humanos y animales, concretamente Streptococcus
faecalis y S. faecium. El primero se encuentra fundamentalmente en el intestino
humano, mientras que el segundo se encuentra tanto en el hombre como en los
animales. Los enterococos se emplean a veces como
indicadores de contaminación fecal en el análisis del agua; una de las ventajas
sobre E. coli es que mueren más lentamente y uno de los inconvenientes que se
encuentran con más frecuencia que aquel en ambientes no fecales y por lo tanto
su aislamiento no indica tan claramente contaminación fecal.
Se ha señalado con frecuencia que en los
alimentos los enterococos constituyen una mejor indicación del estado sanitario
que E. coli; generalmente se recuperan antes que los coliformes, sobre todo en
los alimentos congelados y en los deshidratados, así como en los que han
sufrido un tratamiento térmico moderado. Sin embargo, esta mayor capacidad de
recuperación rebaja su valor como microorganismos indicadores, ya que su
presencia, por ejemplo, en los alimentos tratados por el calor, tiene poco
valor si otros microorganismos patógenos menos termoestables, como las
salmonelas, se han destruido durante el tratamiento térmico. Se dispone de muchas técnicas para el
aislamiento y enumeración de enterococos que generalmente se basan en el empleo
de la azida de sodio como agente selectivo y a menudo en temperaturas de
incubación altas (44º C). Ejemplo de medio corrientemente utilizado es el KF
Streptococcus agar (Difco) que, además de los nutrientes corrientes, contiene
también cloruro de tetrazolio, ingrediente que da a las colonias color rojo; la
incubación se realiza a 37º C durante 48 horas.
Como alternativa puede utilizarse caldo de
glucosa azida, incubando a 44º C y llevando a cabo el recuento con la técnica
del MPN y tablas de probabilidad. Los tubos en los que se aprecia producción de
ácido se consideran positivos (N.B. los enterococos no originan gas a partir de
la glucosa). Generalmente no se necesita la identificación de la especie ni de
la estirpe. La enumeración de bacterias o grupos de bacterias
indicadoras de contaminación fecal es utilizada para valorar la calidad
sanitaria de alimentos, sedimentos y aguas destinadas al consumo humano, la
agricultura, la industria y la recreación. No existe un indicador universal,
por lo que los especialistas deben seleccionar el apropiado para la situación
específica en estudio. Dentro del rango de los indicadores se encuentra el
grupo de bacterias coliformes, E. coli, colifagos, Bifidobacterium sp.,
Clostridium perfringens y el grupo estreptococos fecales.
Los microorganismos mencionados anteriormente se
encuentran formando parte de la flora intestinal del tracto gastrointestinal
del hombre y en los animales de sangre caliente; son excretados en sus heces,
de ahí que su presencia en el ambiente indique contaminación de origen fecal y
el riesgo de aparición de gérmenes patógenos. Los estreptococos fecales han sido utilizados
por las autoridades sanitarias de diferentes países para evaluar la calidad
sanitaria de sus recursos naturales. En el pasado, el principal papel de este
grupo de microorganismos fue la utilización de la proporción coliforme
fecal/estreptococo fecal como un indicador de la naturaleza de la fuente fecal;
sin embargo, factores como: las diferencias de los rangos de muerte en el
ambiente entre estos dos indicadores, la supervivencia variable de los grupos
de especies de estreptococos fecales y los métodos para la determinación de
estos últimos, hizo que su empleo fuera cuestionable.
El término enterococos fue utilizado por primera
vez en 1899 por Thiercelin para describir diplococos grampositivos de origen
intestinal que formaban pares o cadenas cortas. Estos microorganismos fueron
clasificados dentro del género Streptococcus como Streptococcus faecalis por
Andrewes y Horder en 1906. Un segundo microorganismo fecal, Streptococcus
faecium, que presentaba características similares al anterior fue descripto por
Orla – Jensen en 1919. El género Streptococcus es un grupo heterogéneo
de bacterias grampositivas con gran significación para la medicina y la
industria, son esenciales en procesos industriales y lácteos y como indicadores
de contaminación. Varias especies son importantes desde el punto de vista
ecológico como parte de la flora microbiana normal del hombre y los animales,
otras pueden ser causa de infecciones que varían en un rango de subagudas a
agudas hasta crónica. Sherman en 1937, propuso un sistema de clasificación que
separaba este género en cuatro divisiones: pyogenes, láctico, viridans y
enterococo.
Este esquema se correlacionó con el propuesto
sobre bases serológicas por Lancefield en 1933, quien designó los grupos como
A, B, C, D, etc. donde los enterococos reaccionaban con el antisuero grupo D.
Aunque en la actualidad es evidente que los términos estreptococos fecales,
enterococos y estreptococos grupo D no poseen igual significado, han sido
utilizados como sinónimos en la bibliografía especializada. Los estreptococos
fecales incluyen a los estreptococos de origen fecal; el grupo enterococo
generalmente se refiere a S. faecalis y sus variedades y S. faecium; mientras
que en los estreptococos del grupo D se incluyen todos lo estreptococos que
poseen el antígeno grupo D significativamente enterococos, además de S. bovis y
S. esquinus.
En 1984, Schleifer y Kilpper Balz demostraron
con evidencias genéticas basadas en estudios de hibridización DNA-DNA y DNA –
rRNA que S. faecalis y S. faecium debían ser transferidos a un género
diferente, lo cual había sido sugerido previamente por otros investigadores, y
la taxonomía de Streptococcus varió sustancialmente al ser dividido en tres
géneros: Lactococcus, Streptococcus y Enterococcus. Se clasificaron las
especies antes mencionadas en este último género. Desde el establecimiento del género Enterococcus
con los estudios quimiotaxonómicos y filogenéticos realizados, se han
transferido y descrito nuevas especies en este género por lo que su complejidad
aumenta y la diferenciación de algunas de estas especies resulta problemática
debido a la coincidencia de características fenotípicas. Los enterococos son
cocos grampositivos, catalasa negativa, inmóviles, anaerobios facultativos y no
forman endosporas ni cápsulas. Entre las características fisiológicas que
distinguen al género Enterococcus se encuentra la habilidad para crecer en presencia
de 6,5 % de CLNa; a 10° C y 45° C y pH 9,6. Son capaces de hidrolizar la
esculina en presencia de 40 % de bilis y poseen la enzima pyrrolidonyl arilamidasa.
Desafortunadamente, no existe una característica
de las mencionadas que sea única para este género; las cepas de bacterias en
forma de cocos, Gram positivos y catalasa negativa de los géneros
Streptococcus, Lactococcus, Aerococcus, Gemella, Leuconostoc y Lactobacillus
pueden mostrar una o más de las características típicas del Enterococcus. El
género Enterococcus se ha revelado como causa de infecciones nosocomiales y de
una variedad de infecciones adquiridas en la comunidad, además de ser
intrínsecamente resistentes a un número de agentes antimicrobianos. Entre las
especies de mayor importancia clínica se destacan, Enterococcus faecalis que
constituye el 85 – 90 % de los aislamientos en la mayoría de los laboratorios y
Enterococcus faecium del 5 – 10 % de las cepas detectadas clínicamente. Las especies de origen fecal o intestinal
pertenecen principalmente a dos géneros: Enterococcus y Streptococcus. Se
propone que sea adoptado el término «enterococos y estreptococos intestinales»
como principal grupo indicador de riesgo para la salud pública. Existen 14
especies de los géneros Enterococcus y Streptococcus que se consideran de
origen fecal o intestinal. En un ensayo comparativo realizado a gran escala en
1995 se redujo a cuatro especies: Enterococcus faecium, Enterococcus faecalis,
Enterococcus durans y Enterococcus hirae en un intento para reducir la
variabilidad.
A causa de los cambios en la taxonomía de
Streptococcus y Enterococcus hay una pérdida de información sobre el recobrado
de las diferentes especies de enterococos y estreptococos intestinales en los
medios de cultivos ampliamente utilizados para el monitoreo de rutina. Los
métodos para la enumeración de estreptococos fecales en muestras de aguas
fueron desarrollados antes de estos cambios, por lo que es necesario evaluar el
valor de cada una de las especies como indicador de contaminación fecal y
estudiar cómo estos microorganismos crecen en los medios usados comúnmente en
el análisis higiénico de las aguas. Por lo general, los procedimientos empleados en
aguas consisten en el enriquecimiento en medio líquido de acuerdo con el método
del número más probable y la técnica de filtración por membrana. En el primero se ha determinado que los medios que contienen azida de
sodio producen los mejores resultados; en cuanto al segundo, más de 70 medios
han sido propuestos para la determinación de estreptococos fecales por dicha
técnica. No ha sido posible obtener un medio completamente selectivo para todos
los estreptococos y enterococos.
Los medios selectivos usualmente están
constituidos por un agente como la azida de sodio, un antibiótico (con
frecuencia gentamicina o kanamicina) o sales biliares y un indicador que puede
ser esculina o tetrazolium. La incubación a temperaturas elevadas (44° C) tiene
también un efecto selectivo para algunos enterococos. La composición de los
medios selectivos más comunes no es la más adecuada para el recobrado de
Streptococcus sp. Hay diversidad de opiniones en cuanto al valor de los
estreptococos fecales como indicador de contaminación fecal. En investigaciones realizadas en países
tropicales se plantea que estas bacterias pueden estar presentes de forma
natural en las corrientes y no reflejan necesariamente el grado de
contaminación de dichas aguas por lo que se considera la hipótesis de que la
fuente de la alta concentración de bacterias indicadoras en las corrientes es
el suelo.
Por otra parte, los riesgos asociados con las actividades en aguas naturales destinadas a la recreación en los que se incluyen enfermedades del tracto respiratorio superior y enfermedades gastrointestinales, infecciones del oído e infecciones de la piel han ocasionado que algunos investigadores de Canadá recomienden como el indicador más apropiado en aguas marinas el grupo enterococo, porque sobreviven en ellas más que los coliformes fecales, también son elegidos cuando hay un tiempo o distancia considerable entre la fuente de contaminación fecal y el área de baño. Además, existe una correlación positiva entre la enfermedad gastrointestinal y los niveles de enterococos en aguas marinas, aunque la ausencia de ellos no indique carencia de riesgo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que el valor principal de los estreptococos fecales en el examen de la calidad del agua potable es como indicadores adicionales de la eficiencia del tratamiento, además de ser valiosos para los controles corrientes después del tendido de nuevas cañerías maestras o cuando se reparan los sistemas de distribución, para detectar contaminación de las aguas subterráneas o de superficie por las escorrentías.
La relativa resistencia de los enterococos a
condiciones adversas como la tolerancia a condiciones extremas de temperaturas,
pH y salinidad, es ventajosa cuando se determina la historia sanitaria de
alimentos moderadamente calentados, congelados, salados u otro alimento o
bebida en los cuales los coliformes pueden no haber sobrevivido. Sin embargo, a
causa de la habilidad de los enterococos para crecer en ambientes lejanos de la
fuente original de contaminación fecal se recomienda precaución y discreción en
atribuirle una significación al número y tipo de enterococos y estreptococos
fecales presentes en los alimentos. La presencia de algunas especies en el género
Enterococcus que al parecer no tienen relación con la materia fecal, disminuye
el interés por los enterococos como indicadores de la inocuidad de los
alimentos, por lo que se revisa su utilidad en el control de la higiene y la
calidad de los alimentos. En estudios
futuros resulta necesario determinar si las especies de enterococos y
estreptococos intestinales reportadas en los últimos años se encuentran
solamente asociados con contaminación fecal o se presentan en forma natural,
con el objetivo de valorar la importancia de este grupo de bacterias como
indicador para evaluar la calidad sanitaria de muestras ambientales en países
tropicales.
"SOMOS LO QUE HACEMOS REPETIDAMENTE. EXCELENCIA, POR LO TANTO, NO ES UN ACTO SINO UN HÁBITO"
ARISTOTELES
LEGALES: El autor no asume responsabilidad alguna por la descarga, copia, distribución, modificación o alteración de los contenidos publicados, sean propios del mismo o de terceros, los cuales pudieren estar protegidos por Copyright, Derechos de Propiedad Intelectual, Derechos de Autor, o relacionados. La Bibliografía del tema expuesto y el crédito fotográfico está en poder del Autor y no se publica dada su extensión, pero se enviará por mail al interesado que la solicitare debidamente fundamentada.
El mejor de todos los robots limpiacristales es el Ecovacs Winbot X, nuestra elección que a pesar de su costo elevado te dará resultados que garantizaran lo gastado. http://bibliotheque-du-capucin.com/
ResponderBorrar