Guía Práctica del laboratorio microbiológico en agua y alimentos (Parte IX)
"Lo poco que hoy soy, lo soy en razón de todo lo que he aprendido"
(El Autor)
GUÍA PRACTICA del LABORATORIO MICROBIOLOGICO
en AGUA y ALIMENTOS (Parte IX)

EPIDEMIOLOGIA
DE LOS PRINCIPALES PATÓGENOS BACTERIANOS TRANSMITIDOS POR
LOS ALIMENTOS
Pueden
ser endógenos (ya están presentes en el interior de las estructuras
del alimento donde pueden provocar zoonosis, enfermedades animales
no transmisibles al hombre y enfermedades vegetales
no transmisibles al hombre) o exógenos (se incorporan al alimento
durante su manipulación y procesado). Pueden ser agentes patógenos o
alterantes (saprófitos). Los agentes endógenos o
son inocuos (patógenos de plantas) o son eliminados en mataderos
(animales enfermos) o durante el procesado (pasteurización). Hay que diferenciar
entre infecciones e intoxicaciones y entre infecciones con DMI (dosis mínima
infectiva) o DI50 (dosis infectiva que produce la enfermedad en
el 50 % de la población) bajas o altas. En muchos casos no está totalmente
claro si el proceso es intoxicante o infectivo. La DMI varía
entre las personas dependiendo de su estado general de salud y de la forma
como se ingieren las bacterias (en ciertas condiciones las DMI pueden ser muy
baja por lo que es muy necesaria la higiene). En general las enfermedades
tienen un tiempo de incubación corto (2-10 h.) y suelen cursar con síndromes
gastrointestinales. Solo se declara un 10 % de las toxiinfecciones aproximadamente, por
lo que la incidencia real de estas enfermedades no está clara.

En general hay un doble fallo: (1)
Contaminación del alimento seguido de (2) abuso de temperatura que permite que
los microorganismos proliferen. Los alimentos afectados con más frecuencia son
los animales (90 %) y las fuentes de contaminación suelen estar en los
establecimientos donde fueron servidos más que en las plantas de procesado.
Normalmente son enfermedades breves, autolimitantes y de buen pronóstico.
cursan tras 2 – 10 hs de incubación con
síndrome gastrointestinal (dolor intestinal, diarrea, vómitos). En
general no tienen complicaciones salvo en poblaciones de riesgo.
Salmonelosis
Producidas
por algunos serotipos. Su incidencia va en aumento asociada al incremento de
animales portadores. Los diferentes serotipos requieren DMI diferentes, aunque
hay un gran número de ellos que son patógenos. El origen de las salmonelas
puede ser endógeno (animales portadores asintomáticos) o exógeno; las prácticas
ganaderas favorecen la infección a través de los piensos que pueden generar
portadores asintomáticos y del manejo de los animales en el matadero (aves,
cerdos, terneros). En cualquier caso, los
números iniciales suelen ser pequeños y la contaminación aparece
si el alimento no es tratado correctamente desde el punto de vista
térmico. Las medidas profilácticas se dirigen al control de animales
portadores, procesamiento de alimentos (pasteurización) y reducción de las
posibilidades de contaminación exógena. Puede ser invasiva o toxigénica.
Shigelosis
o disentería bacilar
Microorganismos
productores de cuadros de disentería. Las shigelas son de origen humano y los
animales no son reservorios de ellas, por lo que las contaminaciones
se producen por vía de la manipulación humana del alimento. La DMI varía
mucho dependiendo de si se ingiere la bacteria con alimentos sólidos (alta) o
líquidos como leche o agua (baja). Las medidas de prevención se basan en
reducir e higienizar la manipulación humana y evitar el desarrollo del
microorganismo con una correcta refrigeración. Es invasiva.
Gastroenteritis
por Escherichia coli enteropatógeno
La
mayoría de los serotipos de E. coli son inocuos; pero hay
algunos enteropatógenos (enterotoxigénicos no invasivos productores de una
enterotoxina termolábil de alto peso molecular, TS; y enteroinvasivos que
penetran en la mucosa intestinal) productores de enfermedades en niños y
adultos y en animales. Para los adultos las vías de contagio son alimentos y
agua. No está clara la patogenicidad de las cepas enteropatógenas de animales
para el hombre y se supone que la principal vía de contaminación es la
exógena. Las medidas profilácticas se dirigen a la eliminación
de animales enfermos, control de la contaminación por manipulación humana y
refrigeración adecuada para evitar el crecimiento de las bacterias presentes.
Enteritis
por Yersinia enterocolitica
Yersinia enterocolitica en
una bacteria psicrotrofa que probablemente causa zoonosis y puede transmitirse
a través de alimentos animales infectados. Produce una enfermedad con posibles
complicaciones reumáticas. Las medidas profilácticas son similares a
las de Salmonella aunque en este caso no sirve la conservación a
baja temperaturas por el carácter psicrótrofo.
Diarreas
por Vibrio parahaemolyticus y por otros vibrios próximos al V. cholerae
V.
parahaemolyticus es un bacilo Gram-negativo presente en las aguas marinas,
halotolerante. Produce al ingerirlo, una gastroenteritis febril en la
que las heces aparecen teñidas de sangre. Se ingiere con productos marinos
crudos o no bien tratados. Otras especies próximas aparecen en salmueras y
salazones. La profilaxis se centra en su eliminación por cocción,
prevención de la recontaminación y prevención de su multiplicación mediante
refrigeración o congelación.
Enteritis
por Campylobacter
Bacteria
presente en el intestino de ganado vacuno, perros, aves y ovejas. Causa una
infección entérica con vómitos, dolor agudo y diarrea explosiva. Es un
organismo microaerófilo. Se puede transmitir a través de los mismo
alimentos que Salmonella o Yersinia (carne cruda de cerdo o
ave, leche cruda). Produce una infección invasiva del
epitelio intestinal. La profilaxis se centra en eliminar la bacteria
del alimento, prevenir la recontaminación y conservar adecuadamente.

Gastroenteritis
producidas por otras bacterias entéricas
La
patogenicidad de muchas enterobacterias se debe a la presencia de plásmidos
transmisibles a otras bacterias del grupo que no
son habitualmente patógenas. Las formas
de propagación, distribución y profilaxis frente a éstas
son las generales para las enterobacterias.
Gastroenteritis
bacterianas transmitidas por alimentos de etiología dudosa
Los
alimentos, con excepción de los fermentados y madurados, que tienen altos
recuentos de microorganismos han de considerarse en principio, peligrosos,
aunque no se detecte en ellos ningún microorganismo patógeno.
Enteritis
producidas por Bacillaceae
Producidas
por Clostridum perfringens o por Bacillus cereus. Se requieren
altos números de bacterias (105 bact gr-1) y pueden
producirse en alimentos tratados térmicamente e, incluso, protegidos frente a
la recontaminación. En C. perfringens los alimentos vehículo son
carnes frías o recalentadas y platos a base de carne; en B.
cereus arroz y pastas. Patológicamente ambas enteritis son diferentes: la
de perfringens se produce porque se ingieren muchas bacterias que al esporular
reformadas (se trata de una intoxicación), mientras que en B.
cereus se trata de una intoxicación por una toxina preformada. Las esporas
de C. perfringens son ubicuas y pueden producir problemas
en todo tipo de alimentos, sobre todo carnes, piezas grandes y alimentos
precocinados. La prevención pasa por enfriar rápidamente el alimento
cocinado que no vaya a ser consumido para evitar el desarrollo de las formas
vegetativas de la bacteria.
Dentro de las Intoxicaciones Alimentarias Agudas, encontramos
a aquellas enfermedades producidas por la presencia en los alimentos de toxinas
preformadas de origen bacteriano:
Botulismo:
intoxicación por Clostridium botulinum
C.
botulinum produce una intoxicación mediante bajas dosis de una neurotoxina
muy potente que produce al esporular. Es una bacteria anaerobia que puede
crecer en conservas de alimentos de pH relativamente alto (>4.5) que no se
han tratado térmicamente de forma adecuada. Se ha detectado un
tipo de botulismo infantil producido por la ingestión de esporas que germinan y
vuelven a esporular en el intestino produciendo de nuevo la toxina. Profilaxis:
tratamiento térmico adecuado de las conservas usando tratamiento 12 D u otros
agentes coadyuvantes (sal, nitratos) para alimentos con pH > 4.5. La toxina
botulínica es termolábil y se destruye si se calienta la conserva.
Intoxicación
estafilocócica
Producida
por la ingestión de alimentos en los que ha crecido una cepa patógena
de Staphylococus aureus productora de enterotoxina termorresistente.
La principal reserva de S. aureus es la piel, y cavidad buco
nasal de operarios que pueden contaminar los alimentos cuyo contenido
en agua es bajo (productos de pastelería, jamón curado...) porque
a mayor aw otra flora sobre crece a S.
aureus. La enfermedad es muy rápida con vómitos y dolor agudo, suele
durar menos de 30 horas. Las medidas profilácticas van encaminadas
a disminuir la contaminación y el desarrollo de las bacterias
mediante tratamientos térmicos adecuados; la destrucción de las toxinas es
muy difícil dada su termorresistencia.
Intoxicación
por Bacillus cereus
B.
cereus como C. perfingens, una bacteria ubícua y su ingestión en
bajas cantidades es inócua. Produce dos tipos de síndromes: intoxicación
diarréica (asociada a una toxina termosensible similar a la de C.
perfingens que se produce durante el crecimiento exponencial y que está
asociada a alimentos como sopas de ave, carne, salsas, pudding...) y una forma
emética (asociada a una toxina termorresisitente similar a la de S.
aureus y asociada a arroz, y otros alimentos ricos en almidón cocinados).
Profilaxis:
dada la termorresistencia de las esporas hay que procurar enfriar muy
rápidamente los alimentos cocinados ricos en almidón, y conservarlos a baja
temperatura, para evitar el crecimiento de las formas vegetativas.
Síndromes
causados por bacterias productoras de aminas vasopresoras
Muchas
bacterias son capaces de descarboxilar activamente aminoácidos
produciendo aminas vasopresoras causantes de manchas rojas en la piel,
mareos y, a veces, dificultades respiratorias. La relación dosis -
efecto varía mucho de unos individuos a otros. Asimismo, podemos
enumerar a las Micotoxicosis, que son provocadas por mohos productores de
toxinas activas por vía oral. Muchos mohos son productores de
substancias proteicas de bajo peso molecular y acción tóxica
conocidas como micotoxinas. Elevadas ingestiones de micotoxinas pueden producir
cuadros agudos fácilmente detectables; pero estos casos son raros,
es más frecuente la intoxicación por bajas dosis de micotoxinas que pueden
producir intoxicaciones crónicas con efectos oncogénicos o inhabilitantes en
diferentes órganos (hígado, riñón, cerebro). Las micotoxinas pueden
ingerirse por contaminación con mohos de alimentos de baja actividad de
agua (queso, mermelada, alimentos curados, cereales) o por piensos, en el caso
de animales con intoxicaciones crónicas pueden transmitir las toxinas a través
de sus productos (huevos, leche). Debido al bajo peso molecular las
micotoxinas suelen ser muy termorresistentes y pueden difundir grandes
distancias en los alimentos por lo que tratamientos térmicos suelen ser inefectivos
y la simple eliminación del moho no evita la micotoxina. Existe una gran preocupación por la
actividad toxigénica de los mohos considerados beneficiosos presentes en
algunos alimentos (queso, embutidos). Las profilaxis se
centran en evitar la contaminación por hongos de los alimentos y piensos
(quesos, pan, harinas, cereales, frutas y mermeladas) no sólo por
razones estéticas sino también sanitarias.
Hay también enfermedades transmitidas por
alimentos que no presentan el cuadro de gastroenteritis típico. En este caso es
necesaria la ingestión de un número muy reducido
de microorganismos (bacteria, virus o gusano). En el caso de
bacterias, cuando estas se ingieren en agua o entre comidas pueden provocar los
síndromes con números mucho menores debido a que pasan rápidamente
por el estómago y el ácido gástrico no puede producir en ellas efecto.
Enfermedades del
aparato respiratorio transmitidas por los alimentos
Tanto
la difteria, producida por Corynebacterium diphteriae, como la faringitis,
producida por Staphylococus pyogenes, pueden ser transmitidas por los
alimentos. Ambos microorganismos son termosensibles y un tratamiento térmico
adecuado y medidas higiénicas para evitar la posterior contaminación del
alimento son suficientes para evitarlo.
Otras
enfermedades bacterianas transmitidas por los alimentos
Históricamente
la leche de vacas mastíticas ha sido una vía de contagio de tuberculosis
producida por Mycobacterium bovis, sin embargo las prácticas de pasteurización
habituales han eliminado esta vía de contagio. Más relevantes son
las bacterias del género Brucella. B. melitensis provoca la
fiebre de malta y se transmite por la leche de cabra u oveja, B.
abortus se transmite por la leche de vaca. Ambos tipos de bacterias pueden
destruirse con los tratamientos térmicos habituales de la leche o de la nata o
crema. En este sentido es especialmente relevante la utilización de leche
pasteurizada en la producción de quesos de cabra u oveja para evitar
la transmisión de la brucelosis.
Enfermedades
entéricas bacterianas transmitidas principalmente por el agua
Como se
ha comentado, algunos microorganismos tienen DMI muy bajas cuando se ingieren
con agua y el estómago
está vacío. Salmonella y Shigella pueden
producir toxiinfecciones de esta forma. Asimismo Vibrio cholerae se
transmite a través del agua. Por consiguiente es necesario hacer tratamientos
de higienización del agua para llegar a valores de número de microorganismos
muy bajos.
"SOMOS LO QUE HACEMOS REPETIDAMENTE. EXCELENCIA, POR LO TANTO, NO ES UN ACTO SINO UN HÁBITO"
ARISTOTELES
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