ENTEROBACTERIAS (Parte 4)
“Mantener la buena salud del cuerpo es un deber, por lo que no debemos descuidar el conocimiento y mantener nuestra mente fuerte y clara. El agua rodea la flor de loto, pero no moja sus pétalos.” (Buda)
ENTEROBACTERIAS (Parte 4)
Género
Citrobacter
Este género
comprende a diversas especies presentes en general en el tubo digestivo del
hombre y los animales, en el suelo, vegetales y en agua. Son patógenos oportunistas.
Al igual que Klebsiella los aislamientos hospitalarios generalmente presentan
resistencias a múltiples antibióticos. Citrobacter
junto con Enterobacter, Klebsiella y Escherichia forma el grupo coliforme de
bacterias entéricas. El género citrobacter es un grupo de bacilos gramnegativos
aerobios que se encuentran frecuentemente en el agua, suelo, comida y el tracto
intestinal de animales y humanos. Se sabe que estos microorganismos pueden
producir infecciones importantes, especialmente en huéspedes inmunodepresivos.
Son organismos ubicuos y son causa frecuente de infecciones en el hombre.
Destruyen las microvellosidades, formando lesiones muy características
denominadas de adherencia y eliminación.
Género
Edwarsiella
El género
Edwardsiella incluye un grupo de organismos móviles, productores de SH2,
lactosa – negativos que se asemejan a las salmonellas en algunos aspectos
bioquímicos y a veces en su patogenicidad. La Edwardsiella tarda o tardía, se
ha aislado de diversos mamíferos y reptiles. A veces se encuentra en el tracto
intestinal humano, especialmente en gastroenteritis agudas, y se ha asociado
con cuadros de meningitis, septicemia e infecciones de heridas. No dejan de
ser, no obstante raras en el organismo humano y muy probablemente no sean
patógenas ex extremo. Los fármacos de elección son kanamicina, ampicilina,
cefalotina y cloranfenicol. Son móviles, SH2 e Indol (+) y fermentan a la
glucosa con producción de gas. No producen ß galactosidasa.
Género Proteus
Proteus
penneri, denominado con anterioridad como Proteus vulgaris biogrupo 1 o como P.
vulgaris indol – negativo, fue reconocido como una especie nueva en 1982.
Tradicionalmente, se ha considerado como un representante menor del género
Proteus debido a su escasa incidencia epidemiológica. No obstante, se
asocia a procesos similares a los que producen Proteus mirabilis o P. vulgaris
y tiene factores de patogenicidad análogos a los de éstos. Desde el punto de
vista de la resistencia a los antimicrobianos, presenta unas características
particulares que, unido a algunas peculiaridades en sus perfiles bioquímicos,
le hacen fácilmente reconocible en el laboratorio de microbiología. El género
Proteus forma parte de la familia Enterobacteriaceae. El Bergey’s Manual of
Deteminative Bacteriology define este género como bacilos gramnegativos,
móviles, con flagelos perítricos, aerobios y facultativos anaerobios. Tradicionalmente
a este género se le ha encuadrado en la tribu Proteae que incluye también a los
géneros Providencia y Morganella. Todos ellos se caracterizan por su capacidad
para desaminar la fenilalanina transformándola en ácido fenilpirúvico debido a la
producción de fenilalanina desaminasa, hidrolizar la tirosina, desdoblar en
casi todos los casos la urea y ser resistentes a la colistina.
Dentro de este
género, también se encuadran otras tres especies, denominadas como genomospecies, diferenciadas por técnicas de biología molecular y que aún
carecen de un nombre. Asimismo, se incluyen las diferentes especies y
subespecies de los géneros Providencia y Morganella. La separación de P.
penneri de P. vulgaris se propuso en el año 1982 por estudios de homología de
secuencia de DNA. Al igual que en
el caso de P. mirabilis y P. vulgaris, se ha establecido una clasificación
epidemiológica de los aislados clínicos de P. penneri, utilizando antisueros
frente a antígenos somáticos O (lipopolisacárido). También se han desarrollado
sistemas de tipificación utilizando proteínas de membrana, el ribotipado y
técnicas de PCR (rep-PCR y RAPD-PCR), que han demostrado una estructura
poblacional con una elevada diversidad.
El
reconocimiento inicial en las placas de cultivo de los microorganismos
adscritos al género Proteus es relativamente sencillo, ya que se caracterizan
por su crecimiento en ondas en la superficie del agar, bien formado círculos
concéntricos a partir de un botón de inoculación o con una película uniforme.
Este efecto se conoce como swarming. Esta característica es debida a cambios en
los procesos de elongación durante la división celular, formándose células
alargadas no septadas y a la hiperexpresión de la síntesis de flagelina, que
determina un recubrimiento profuso de las células de estos microorganismos por
flagelos. Estos procesos se producen para conseguir una mejor adaptación de los
integrantes del género Proteus a los diferentes microambientes en los que se
desarrollan.
Esta característica
se pierde en medios deficientes en electrolitos, como el medio de CLED, con
concentraciones subinhibitorias de diferentes alcoholes, como el medio PEA
(phenyl-ethyl alcohol agar, habitualmente utilizado en la búsqueda de
microorganismos anaerobios) o añadiendo mayor cantidad de agar a los medios de
cultivo. La propiedad de producir swarming es común a todas las especies del
género Proteus, aunque en algunas cepas de P. penneri está disminuida, siendo
necesario reducir la concentración de agar del medio para que se manifieste. Muchos medios
cromogénicos actuales, utilizados para la siembra de orinas, están diseñados
para evitar este crecimiento en ondas en las placas de cultivo. Algunos de
ellos requieren la realización posterior de pruebas adicionales para la
diferenciación de las especies con resultado positivo en la prueba del indol,
de aquellos que presentan un resultado negativo.
Proteus penneri
es indistinguible en los medios de cultivo habituales de P. mirabilis y P.
vulgaris. En medio de agar sangre presenta el típico crecimiento en ondas, en
ocasiones menos acentuado, y colonias lactosa negativa planas con bordes
irregulares en medio de MacConkey. Al igual que los anteriores, tiene un olor
característico y, como P. vulgaris, es capaz de producir indol a partir del
triptófano. No obstante, puede diferenciarse de éste por su negatividad en las
pruebas de la ornitina decarboxilasa y su imposibilidad para utilizar la
maltosa. P. penneri también se caracteriza por su negatividad en la
utilización de la salicina y la esculina. Algunos autores han señalado que,
tras una incubación prolongada de tres días de los caldos utilizados para la
prueba de indol, se produce un color verde característico al revelarlo con el
reactivo de Kovacs y no el color rojo habitual.
En algunos
sistemas de identificación que no utilizan inicialmente la prueba del indol
para diferenciar las distintas enterobacterias, puede producirse una falsa
identificación de P. penneri como P. mirabilis. En estos casos, puede también
utilizarse como criterio diferenciador el fenotipo de sensibilidad a los
antibióticos ß – lactamicos. Proteus penneri es naturalmente resistente a la
amoxicilina y la cefuroxima, mientras que P. mirabilis puede ser sensible o
resistente a la amoxicilina pero habitualmente sensible a la cefuroxima (con la
excepción de las cepas que producen ß – lactamasas de espectro extendido (BLEE)). En general la
eficiencia en la identificación del género Proteus que realizan los sistemas
comerciales automáticos y las galerías de identificación, habitualmente
utilizadas en los laboratorios de microbiología, es superior al 95% cuando se
considera el género en su conjunto. No hay descritos problemas específicos
asociados a P. penneri que no sean los reseñados con anterioridad. Tan sólo se
describen problemas importantes con Proteus hauseri, extremadamente infrecuente
en el laboratorio de Microbiología Clínica. Este último estaba anteriormente
encuadrado como un subgrupo de P. vulgaris, aunque puede diferenciarse
fenotípicamente de éste por su resultado negativo en la utilización de salicina
o esculina. Con otros microorganismos cercanos, Morganella y Providencia, la
eficiencia en la identificación puede ser inferior al 80%, sobre todo cuando se
consideran las especies más infrecuentes en el laboratorio.
El género Proteus está ampliamente difundido en la naturaleza y forma parte de la
microbiota intestinal. Se ha aislado en muestras ambientales, incluyendo
tierras, abonos y aguas contaminadas, y en una gran variedad de muestras de
animales. Proteus myxofaciens sólo ha sido aislado en insectos. Entre todas las
especies que pertenecen a este género es sin duda P. mirabilis la especie mas
común, seguido de P. vulgaris. Proteus penneri
ha sido aislado mayoritariamente en muestras del tracto urinario y se ha
asociado a infecciones urinarias no complicadas, a pielonefritis aguda y
cuadros de urolitiasis. Aunque Proteus, Providencia y Morganella se aíslan con
mayor frecuencia en muestras de heces de pacientes con gastroenteritis que en
individuos sin esta complicación, su papel patogénico a este nivel es incierto.
De entre todos los microorganismos relacionados, sólo ha sido sugerida la
implicación de Providencia alcalifaciens en cuadros de diarrea. En ensayos de
cultivos celulares este microorganismo tiene capacidad para invadir las
células, así como la de producir cuadros de diarrea en animales de experimentación.
Con P. penneri no se han realizado estos estudios.
Proteus penneri también se ha relacionado con las infecciones nosocomiales, sobre todo en pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos o con factores de riesgo como diabetes o inmunosupresión. En estos casos se ha aislado de orina, muestras respiratorias, incluyendo secreciones de aspiraciones bronquiales y lavados broncoalveolares, muestras del sistema nervioso central, piel y tejidos blandos, heridas quirúrgicas y en pacientes quemados. En muchas ocasiones forma parte de cultivos mixtos, sobre todo en abscesos abdominales. También se ha aislado de muestras de sangre obtenidas por punción venosa y a través de catéteres. La última edición del Manual de Microbiología Clínica de la Sociedad Americana de Microbiología (octava edición) adjudica a P. penneri una significación patogénica con valor 1 (patógeno reconocido para el hombre) de entre tres categorías diferentes. La categoría 2 indica patogenicidad probada en contadas ocasiones y la 3 indica que el microorganismo se ha aislado en humanos pero con significación incierta. En la categoría 1 también se incluye otras especies del género Proteus como P. mirabilis y P. vulgaris mientras que en la categoría 3 se destaca Providencia heimbachae y Providencia rustigianii, generalmente aislados en heces de animales y en el hombre. Esta significación patogénica es diferente de la frecuencia con la que se aíslan en las muestras clínicas que se procesan en los laboratorios de microbiología.
La patogenicidad
de P. penneri se asimila a la de P. mirabilis o P. vulgaris y se asocia a la
presencia de fimbrias, flagelos, proteínas de membrana externa específicas,
lipopolisacárido, enzimas proteolíticas, incluyendo gelatinasas y proteasas,
hemolisinas y sobre todo a la producción de ureasa. En la tabla adjunta, se
indican los diferentes factores de patogenicidad asociados a P. penneri y su
contribución a la virulencia. La mayoría están presentes en el resto de las
especies del género Proteus. La producción
de fimbrias en P. penneri le permiten persistir en el tracto urinario sin ser
eliminado eficazmente por los sistemas de defensa. Sus fimbrias son algo
diferentes de las que se encuentran en P. mirabilis. En el primero se asocian
con su capacidad de adherencia a células de los glomérulos y membranas
tubulares en el riñón y a materiales plásticos propios de los catéteres. Esta
última propiedad también la presenta P. stuartii. Las fimbrias de P. mirabilis
se asocian con su adherencia al epitelio que recubre el trato urinario superior
y la colonización de la vejiga urinaria.
La producción
de ureasa por parte de las especies del género Proteus es considerada como de
gran importancia para su patogenicidad y se relaciona con procesos de urolitiasis
infectiva o cistitis alcalina incrustante, en los que aparecen sedimentos
urinarios asociados a cálculos de estruvita. La ureasa es capaz de desdoblar
eficazmente la urea presente en la orina y producir la alcalinización de la
misma por producción de hidróxido amónico. Con la alcalinización precipitan
Mg2+ y Ca2+ que habitualmente son solubles a pH fisiológico urinario. Como
consecuencia de ello se producen los cálculos de estruvita (MgNH4PO4.6H2O). La presencia de
exopolisacáridos en la orina y la posibilidad de crecimiento en biopelículas
(biofilms) facilita los procesos de nucleación de los cálculos. Aunque este
efecto se ha asociado mayoritariamente a P. mirabilis, también se ha observado
con P. vulgaris y P. penneri. En estudios de caracterización de proteínas se ha
demostrado que la ureasa de P. penneri es similar desde el punto de vista
funcional a la del resto de las especies que integran el género Proteus, pero
puede diferenciarse bioquímicamente de la del resto de especies de Proteus y de
la presente en las cepas de de Morganella o Providencia que producen esta
enzima.
En modelos in
vitro, se ha confirmado que su expresión puede inducirse por la presencia de
urea, a diferencia de la de P. mirabilis cuya producción es constitutiva. También
en modelos in vitro, se ha demostrado que la ureasa de P. penneri participa en
la formación de los cálculos de estruvita y que su actividad ureásica es
inhibida por el ácido acetohidroxámico. Se ha destacado la capacidad de P.
penneri de producir proteasas de IgA como factor coadyuvante en su
patogenicidad en el tracto urinario. También la producción de ureasa facilita
la alcalinización de la orina y las condiciones adecuadas para la actuación de la
proteasa de IgA. A diferencia de otros miembros del género, P. penneri produce
al menos dos hemolisinas de codificación cromosómica que se relacionan
parcialmente con las de Escherichia coli y P. mirabilis y facilitan la
adherencia a los tejidos del tracto urinario. Parte de la hemolisina permanece
ligada a la célula bacteriana, mientras que otra es eliminada al exterior.
Curiosamente, parte de la hemolisina liberada puede degradarse por la proteasa
de IgA del mismo microorganismo. Este hecho estaría relacionado con un proceso
de eliminación o regulación fisiológica. En ensayos in vitro se ha demostrado
que la capacidad de invasión celular que demuestra P. penneri también depende
de la producción de hemolisinas y del efecto citotóxico asociado. Se ha
demostrado que P. penneri también produce sideróforos, sustancias capaces de
secuestrar iones Fe, esenciales para la supervivencia metabólica de las
bacterias.
Factores de
virulencia asociados a Proteus penneri
Factor de
virulencia
Contribución a
la patogenicidad
Fimbrias
Adherencia a
tejidos y material protésico
Flagelos
Movilidad
ascendente desde el uréter al riñón
Ureasa
Desdoblamiento
de la urea
Alcalinización
del pH de la orina
Formación de
cálculos de estruvita
Citotoxicidad
Proteasas
Proteasas de
IgA
Desaminasas
Producción de
cetoácidos que actúan como sideróforos
Invasividad
Internalización
en células del hospedador
Hemolisinas
Adherencia e
invasión celular
Citotoxicidad
Polisacárido
capsular
Formación de
biofilms
Nucleación de
cálculos
Lipopolisacárido
Endotoxicidad.
Resistencia al suero
Proteus
penneri, al igual que P. vulgaris, es intrínsecamente resistente a la
amoxicilina y a las cefalosporinas de espectro reducido, siendo característica
su resistencia a la cefuroxima. Este perfil de sensibilidad es debido esencialmente
a la producción de una ß-lactamasa denominada HugA similar a la ß-lactamasa
CumA de P. vulgaris. Por la resistencia que confieren a la cefuroxima, es
frecuente referirse a ellas como cefuroximasas. HugA y CumA son penicilinasas
cromosómicas de clase A (con centro activo de serina), que se inhiben por el
ácido clavulánico y que se incluyen en el grupo 2e de la clasificación de
ß-lactamasas de Bush, Jacoby y Medeiros publicada en el año 1995. En este grupo
también se integran la ß-lactamasa de Citrobacter koseri. Desde el punto de
vista fenotípico e hidrolítico, este grupo se encuentra cercano a las
ß-lactamasas de Klebsiella oxytoca (ß-lactamasas K1) del grupo 2be, en el que
también se encuadran las BLEE. Las ß-lactamasas HugA, CumA, K1 y la de C.
koseri tienen un perfil hidrolítico amplio que incluye las penicilinas,
cefuroxima, ceftriaxona y cefotaxima, pero no la ceftazidima, cefamicinas
(cefotixitina) y carbapenemas.
En resumen,
podemos decir que el perfil de resistencia a los antibióticos ß-lactámicos en
P. penneri y P. vulgaris es tan característico que puede utilizarse como
control de la identificación realizada con los sistemas automáticos que ofrecen
simultáneamente la identidad del microorganismo estudiado y su sensibilidad a
los antimicrobianos. Este perfil se emplea como ejemplo típico en el proceso de
lectura interpretada del antibiograma. Proteus
penneri, al igual que el resto de los integrantes del género Proteus, es
resistente a la colistina y a las tetraciclinas. El primer caso está
relacionado con la presencia de un LPS característico con gran cantidad de
grupos 4-amino-L-arabinosa que reducen su afinidad por los antibióticos
polipeptídicos. Con ello se impide el desplazamiento de los iónes Ca2+ y Mg2+
del LPS, la desorganización de las membranas externas e internas de la pared de
la bacteria y la muerte celular. Otras enterobacterias con resistencia similar
a la colistina son Providencia, Morganella, Serratia y Cedecea.
El género Proteus tiene resistencia natural a las tetraciclinas. Se han caracterizado diversos mecanismos responsables de la resistencia. Uno de ellos, TetJ, participa en mecanismos de expulsión. El gen asociado es cromosómico y su expresión inducible por la presencia de tetraciclinas, aunque también se han descrito mecanismos de expulsión con expresión constitutiva. Asimismo, se ha detectado resistencia transferible asociada a plásmidos. El sistema de transporte AcrAB también se asocia a la resistencia intrínseca de algunas especies del género Proteus a las tetraciclinas y a la pérdida de sensibilidad frente a las glicilciclinas (tigeciclina). Proteus penneri es resistente al cloranfenicol, aunque pueden existir discrepancias en los resultados de sensibilidad según el método utilizado para su estudio. Con un disco de 30 µg suele producir halos de inhibición de menos de 14 mm. En algunos casos se ha demostrado que esta resistencia es plasmídica al igual que la resistencia a las sulfonamidas.
La resistencia
a los aminoglucósidos en P. penneri no difiere de la encontrada en P. mirabilis
y es debida mayoritariamente a enzimas modificantes de aminoglucósidos.
Recientemente, y de modo similar a lo que ocurre con otros patógenos urinarios,
la resistencia a las quinolonas está incrementándose, aunque no alcanza cifras
tan alarmantes como en E. coli. El mecanismo de resistencia es debido a
mutaciones simples o dobles en las subunidades de topoisomerasas gyrA y parC.
Al contrario de lo que sucede habitualmente en E. coli, existen trabajos que
demuestran un alto número de aislamientos con mutaciones simples y dobles en
gyrB y la inserción de nucleótidos que confieren resistencia a las quinolonas. Por último, los
microorganismos integrantes del género Proteus deben ser considerados
resistentes a la nitrofurantoína con independencia del valor de la CMI obtenido
en las pruebas de sensibilidad. La producción de ureasa por estos
microorganismos provoca la alcalinización de la orina. A pH alcalino, la
nitrofurantoína pierde actividad antibacteriana.
"SOMOS LO QUE HACEMOS REPETIDAMENTE. EXCELENCIA, POR LO TANTO, NO ES UN ACTO SINO UN HÁBITO"
ARISTOTELES
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