El Sistema HACCP o APPCC (Parte 4)
“Con la Educación, el hombre es una criatura mansa y divina, pero sin ella es el más feroz de los animales”
Platón
EL SISTEMA HACCP o APPCC (Parte IV)
BUENAS PRACTICAS AGROPECUARIAS (BPA) y BUENAS PRACTICAS de MANUFACTURA (BPM)
(Continuación)
Capacitación: Las empresas deben mantener programas y registros de las actividades de entrenamiento de los operarios y asistentes. Éstos deben basarse en la necesidad de entrenamiento y reentrenamiento, por medio de la supervisión, capacitación y desempeño de los operarios.
Los manipuladores de
alimentos deben mantener un alto grado de limpieza personal y usar uniformes o
ropas protectoras adecuadas, protección para el cabello y calzados. Las heridas
y cortes deben cubrirse con vendas a prueba de agua. Los cabellos deben estar
limpios, cortados y protegidos por una cofia, birrete o red de cabello. Barba,
bigote y patillas también deben ser protegidos pero, de preferencia, los
manipuladores de alimentos deben evitar su uso. Los manipuladores de alimentos
deben bañarse diariamente, lavar sus cabellos y manos frecuentemente para
disminuir la probabilidad de contaminación. Las uñas deben estar cortas y
limpias para evitar la presencia de microorganismos patógenos. Quienes
manipulan alimentos deben evitar el uso de pestañas postizas y maquillaje,
debido a la alta probabilidad de contaminación.
El lavado de las manos
resulta eficiente para eliminar la suciedad por remoción física, pues algunos
patógenos temporarios pueden eliminarse con un simple lavado. La combinación de
la acción emulsionante del jabón sobre aceites y grasas, junto a la acción
abrasiva de la fricción del agua, remueve las partículas que contienen esas
sustancias. Las manos deben lavarse bajo un flujo de agua tibia, enjabonarse y
refregarse vigorosamente durante por lo menos 15 segundos. Después deben
enjuagarse con agua tibia y secarse con papel toalla blanco o con aire
caliente. La revisión del lavado de manos consiste en la observación de cómo y
cuándo los empleados lo realizan. Los empleados deben lavarse las manos cuando
la limpieza personal pueda afectar la inocuidad, por ejemplo, al iniciar las
actividades de manipulación, después de usar el baño y después de manipular
productos crudos u otro material contaminado. Los manipuladores deben evitar la
manipulación de alimentos listos para el consumo, cuando éstos no sean
sometidos a ningún proceso posterior para eliminar o reducir una nueva
contaminación. La remoción de microorganismos patógenos de las manos puede ser
incrementada por el uso de sustancias antisépticas después del lavado. Las
sustancias antisépticas más usadas son:
- Jabones: son casi ineficientes como antisépticos para la piel. Pseudomona aeruginosa puede crecer en algunos jabones líquidos. La principal acción de los jabones es su actividad detergente, disminuyendo las bacterias transitorias de las manos.
- Alcohol: Los alcoholes etil e isopropil son buenos antisépticos para la piel, pero no son eficaces contra esporas.
- Compuestos cuaternarios de amonio: los residuos de jabón limitan su acción antiséptica en las manos.
- Compuestos de iodo: los compuestos de iodo combinados con detergentes se consideran
- buenos agentes de limpieza y no irritan la piel, sin embargo su acción antiséptica es moderada.
- Hipoclorito :las soluciones de hipoclorito (50 ppm de cloro disponible) se usan en establecimientos de procesamiento de alimentos, pero hay poca evidencia de su acción antiséptica, ya que son inactivados por la presencia de materia orgánica. Esas sustancias irritan la piel.
El uso de guantes se
discute mucho. Se recomiendan cuando se manipulan alimentos listos para el
consumo. Los guantes deben ser descartables, hechos de material impermeable y
conservados limpios. Deben cambiarse periódicamente, dependiendo del alimento
manipulado, y siempre que el manipulador toque algo diferente. Sin embargo es
muy común observar a los manipuladores de alimentos usando guantes y no
lavándose las manos adecuadamente. El uso de guantes no excluye la etapa de
lavado de manos. Los guantes usados para manipular alimentos listos para el
consumo deben higienizarse antes del comienzo de la actividad. Los uniformes
deben ser de color claro, sin bolsillos arriba de la cintura, sin botones, o en
caso de que los tenga, éstos deben estar protegidos. Los pantalones deben estar
hechos con cinturones fijos o con elástico. Si es necesario el uso de un
suéter, éste debe estar completamente cubierto por el uniforme. Se recomienda
el uso de un delantal plástico cuando la actividad ejecutada ensucie o moje el
uniforme con frecuencia. Los uniformes deben conservarse en buen estado,
limpios y deben ser sustituidos diariamente. Los empleados no deben usarlos
fuera del área del establecimiento. El lavado del uniforme debe incluir, como
etapa final, el uso de solución de hipoclorito para desinfectarlo (una cuchara
de sopa diluida en un balde de 20 litros de agua, sin enjuague posterior). Los
calzados deben ser de color claro, de goma u otro material impermeable tipo
bota o semejante, sin aberturas. Para trabajar en lugares húmedos, debe haber
protección contra resbalones y deben ser impermeables.
Los calzados deben
conservarse en buenas condiciones y limpios. Estafilococos y otras bacterias
que pueden encontrarse en la cabeza, rostro y brazos llegan a los alimentos
cuando esas áreas del cuerpo no están cubiertas adecuadamente. Los
manipuladores de alimentos deben cubrir los cabellos con una cofia, antes de
entrar al área de procesamiento de alimentos. Las máscaras, así como los
guantes, se usan generalmente para manipular alimentos listos para el consumo.
Sin embargo, no son cómodas de usar, especialmente en áreas calientes. Las
máscaras pueden convertirse en una fuente de contaminación si no se sustituyen periódicamente.
Otro punto que debe considerarse es que la contaminación por aire es menor que
por las manos. De esta forma, la necesidad de uso de máscaras debe ser
analizada por los supervisores, considerando sus ventajas y desventajas.
Los individuos involucrados
en el procesamiento de alimentos deben ser entrenados y concientizados sobre la
importancia de Manipulación Higiénica y de las Buenas Prácticas de Manufactura
(BPM). Deben evitarse conductas que puedan causar contaminación del alimento.
Fumar, escupir, masticar o comer, estornudar o toser sobre los alimentos son
actos inaceptables, pues aumentan la probabilidad de contaminación. Antes de
toser o estornudar, el manipulador de alimentos debe alejarse, cubrir la boca y
la nariz con un pañuelo de papel y después lavar las manos antes de volver al
trabajo, para evitar la contaminación de los productos alimenticios. Objetos
personales como joyas, relojes, aros y otros, no deben usarse o traerse al área
de manipulación de alimentos. Dichos objetos deben quedar guardados en los
armarios localizados en los vestuarios. Cuando se usan lentes, éstos deben
sujetarse con un cordón por detrás del cuello para evitar que caigan en el
producto alimenticio.
Si se usan protectores
auriculares, éstos también deben sujetarse con un cordón por detrás del cuello
por la misma razón. Los manipuladores de alimentos no deben portar lapiceras,
tarjetas de identificación o cualquier otro objeto, excepto en bolsillos
cerrados debajo de la línea de la cintura. Ropas y objetos de uso personal
deben conservarse en lugares adecuados (vestuarios). Ningún tipo de alimento
debe conservarse en los armarios de los vestuarios para evitar atraer insectos
y roedores. Los visitantes de áreas de manufactura, procesamiento o
manipulación de alimentos, deben vestir uniforme o ropas protectoras y cumplir
las mismas reglas de higiene personal establecidas en esta sección. Las medidas
adoptadas durante el transporte tienen como objetivo proteger los alimentos
contra fuentes potenciales de contaminación y de daños capaces de hacer que el
producto se vuelva impropio para el consumo. El ambiente debe presentar
condiciones no favorables para el crecimiento de microorganismos patógenos. Los
alimentos pueden contaminarse o llegar a su destino en condiciones impropias
para el consumo, si no se adoptan medidas efectivas de control durante el
transporte, incluso cuando las debidas medidas de higiene hayan sido
contempladas durante toda la cadena productiva. Los alimentos deben ser
debidamente protegidos durante el transporte. El tipo de vehículo o de
recipiente exigido depende de la naturaleza del alimento y de las condiciones
en que se transporta. Los vehículos y las carrocerías deben diseñarse y
construirse con el objetivo de no contaminar los alimentos o los embalajes.
De igual manera, es
importante el cuidado mediante la limpieza, la desinfección y la separación de
diferentes alimentos o de alimentos y productos no alimenticios durante el
transporte. Debe haber especial cuidado con la conservación de la temperatura,
humedad, así como con el control de otras condiciones, para proteger el
alimento contra el crecimiento microbiano perjudicial o indeseable y el
deterioro que podría volver al producto inapropiado para el consumo. Los
productos refrigerados deben transportarse a 4°C (39,2ºF) o menos, y deben
controlarse durante el transporte. Los productos congelados deben mantenerse a
-18°C (-0,4ºF), tolerándose hasta -12°C (10,4°F) para la recepción. Los
alimentos deben transportarse en condiciones que eviten contaminación
biológica, física y química. Los vehículos y carrocerías para transportar
alimentos deben tenerse en condiciones adecuadas de limpieza, desinfección y
mantenimiento. Cuando se usa el mismo vehículo o carrocería para transportar
diferentes tipos de alimentos o productos no alimenticios, debe realizarse una
limpieza rigurosa y la correspondiente desinfección entre una carga y otra.
Los medios de transporte
cerrados, carrocerías y vehículos similares deben ser diseñados e identificados
para uso exclusivo de transporte de alimentos. El productor debe comprobar si
el transporte es adecuado para alimentos, contemplando las siguientes medidas
de verificación:
- Auditoria del vehículo en la salida de productos y en la recepción, antes de cargar o descargar, para garantizar que esté libre de contaminación y sea adecuado para el transporte de alimentos.
- El transportista debe tener un programa para demostrar la eficiencia de la limpieza y desinfección.
- Cuando el mismo vehículo se use para carga de productos alimenticios y no alimenticios, el transportista debe restringir el tipo de carga no alimenticia a aquellas que no ofrezcan riesgo posterior a los alimentos, después de la limpieza y desinfección adecuadas.
- Los vehículos deben ser cargados, organizados y descargados de tal manera que eviten la contaminación y daños a los alimentos transportados.
- Los camiones-tanque deben ser diseñados y construidos para permitir el drenaje completo y para evitar la contaminación del alimento transportado.
- Los materiales usados en la construcción de los vehículos deben ser adecuados para el contacto con los alimentos.
En muchos casos, las
empresas de transporte trabajan con una variedad de productos, además de
alimentos. Minimizamos la contaminación permitiendo que se realice limpieza,
desinfección y mantenimiento apropiados. Por eso, es necesario identificar las
circunstancias que puedan traer peligro significativo a la salud, como la
manipulación inadecuada de productos sensibles o la limpieza y desinfección
deficientes de los vehículos de transporte. El control inadecuado de la
temperatura durante el transporte y la distribución puede contribuir para el
crecimiento microbiano, la formación de micotoxinas y el deterioro de
determinados productos. Un ejemplo de prácticas inadecuadas en esta área
ocurrió en los EUA, y resultó en una epidemia de salmonelosis, a causa del transporte
de mezcla para helado pasteurizado en un tanque que había sido usado para
transportar huevos crudos. Tiempo, temperatura y posibilidad de contaminación
deben ser contemplados al transportar y distribuir productos alimenticios. El
elaborador de alimentos tiene la responsabilidad por el transporte del
producto. Esta exigencia es una práctica recomendada. El personal involucrado
debe entrenarse en BPM, y los registros deben ser archivados por la empresa
responsable del transporte. El elaborador de alimentos puede y debe exigir la
implementación de Buenas Prácticas como condición para negociar con la empresa
de transporte.
Los productos deben
contener los datos precisos para garantizar información adecuada y accesible
para la próxima etapa en la cadena alimentaria, para que en ella se pueda
manipular, almacenar, procesar, preparar y exponer el producto de forma
correcta y segura. Esa información debe asegurar que el lote o la partida sean
fácilmente identificados y recuperados, si fuera necesario. La información
dirigida a la industria o al comercio es diferente de aquella dirigida a los
consumidores, principalmente en lo relacionado con los rótulos de insumos y
materias primas. Informaciones insuficientes sobre el producto y/o conocimiento
inadecuado de higiene de alimentos en general, pueden llevar a la inadecuada
manipulación del producto en los períodos finales de la cadena. Esta
manipulación inadecuada puede resultar en enfermedades o en productos impropios
para el consumo, incluso cuando se adopten las medidas adecuadas de higiene en
las etapas iniciales de la cadena de producción. "Lote" significa una
cantidad definida de un producto, elaborada rigurosamente bajo las mismas
condiciones.
La identificación del lote
es esencial para el recupero de productos. Cada recipiente de alimentos debe
marcarse permanentemente para identificar el elaborador y el lote. La
información adecuada en los rótulos de productos alimenticios tiene por
objetivo permitir que en la próxima etapa de la cadena se pueda manipular,
exponer, almacenar, preparar y usar el producto de manera segura y correcta.
Según el Codex Alimentarius, rótulo significa "cualquier etiqueta, marca,
señal, diseño, o cualquier objeto descriptivo, escrito, estampado, reproducido,
marcado, marcado en relieve, impreso o anexado al recipiente del alimento. La
rotulación incluye todos los datos escritos o impresos presentes en el rótulo
que acompaña el alimento, o colocados cerca de él, incluidas las informaciones
con objetivo de promocionar su venta o distribución". El Codex
Alimentarius exige la "Norma General del Codex para Rotulación de
Alimentos Preenvasados" (CODEX STAN 1-1985), que se aplica a todos los
alimentos preenvasados ofrecidos al consumidor o destinados a comidas
colectivas y a algunos aspectos relacionados con su presentación.
La norma recomienda que los
rótulos de alimentos envasados no contengan ninguna información, que cause mala
interpretación, sea engañosa o que pueda crear una impresión equivocada sobre
alguna característica propia del alimento. Las informaciones básicas que deben
estar presentes en los rótulos de alimentos envasados son:
- Nombre del alimento;
- Lista de ingredientes;
- Peso neto y bruto;
- Nombre y dirección del fabricante, embalador, distribuidor, importador, exportador o proveedor del alimento;
- País de origen;
- Identificación del lote;
- Fecha de fabricación o validez e instrucciones para el acopio
Las "Directrices del
Codex para Rotulación de Alimentos" (CAC/GL 2-1985) recomiendan los
procedimientos para la rotulación de alimentos, y se aplican a todos los
productos alimenticios. Los programas de educación para la salud deben incluir
aspectos generales de higiene de los alimentos y capacitar a los consumidores
para que comprendan la importancia de todas las informaciones de los productos
y sigan sus instrucciones, además de hacer elecciones conscientes. Los
consumidores deben ser informados principalmente sobre control de tiempo y
temperatura y enfermedades transmitidas por el consumo de alimentos
contaminados. Además se tendrán en cuenta: Aspectos generales de higiene de los
alimentos, Importancia de la información de los productos y de las
instrucciones que los acompañan e Información sobre la relación entre tiempo /
temperatura con las ETA. Las personas que participan en operaciones y que
entran en contacto directo o indirecto con alimentos deben ser entrenadas en
higiene de alimentos, acorde con sus funciones.
El entrenamiento es de
fundamental importancia para todos los sistemas de higiene de alimentos.
Entrenamiento en higiene y/o instrucción y supervisión inadecuados en
actividades relacionadas con alimentos representan un peligro potencial a la
inocuidad de los alimentos. El entrenamiento en higiene de los alimentos es de
fundamental importancia. Todas las personas deben tener conciencia de su papel
y responsabilidad en la protección del alimento contra la contaminación física,
química o biológica. Los manipuladores deben tener el conocimiento necesario y
la experiencia suficiente para manipular los alimentos de manera higiénica.
Aquellos que manipulan productos químicos de limpieza, desinfección u otras
sustancias químicas potencialmente peligrosas, deben conocer las técnicas
seguras de manipulación de esos productos. Todas las personas que participan en
la producción de alimentos, desde la producción primaria hasta el consumo,
deben ser entrenadas en BPM y conocer sus responsabilidades.
Los programas de
entrenamiento deben ser frecuentes, dirigido a las necesidades identificadas.
El manual del programa de entrenamiento debe estar disponible para los
empleados y debe contener informaciones sobre operaciones de control, control
de peligros e identificación de etapas que afecten a la inocuidad del alimento,
medidas eficaces de control, eficiencia de los métodos de control y su
revisión. Los programas de entrenamiento deben aplicarse a todos los
grupos, desde la producción primaria hasta la preparación de alimentos para
consumo. Esos grupos pueden clasificarse en (1) productores; (2) procesadores o
aquellos que sirven los alimentos; (3) transportistas y acopiadores; (4)
consumidores; (5) auditores oficiales; y (6) los profesionales que evalúan los
planes HACCP. El nivel de conocimiento de esos grupos depende de su papel en el
procesamiento de alimentos. Los productores deben
conocer las prácticas de higiene de los alimentos. Para eso, es necesario
conocer las fuentes de microorganismos y tener la percepción de que estos
patógenos pueden ser vehiculizados por plantas o animales, transformándolos en
una potencial fuente de contaminación del hombre.
1) Conocimiento básico
necesario para los productores de alimentos (producción primaria):
- Principios básicos de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA)
- Indicadores de deterioro en la cosecha
- Medidas de control de la contaminación durante la cosecha
- Técnicas de manipulación adecuadas para minimizar los daños
- Transporte de vegetales
- Influencia de la calidad del agua en la contaminación de pescados por microorganismos patógenos
- Limpieza de equipo y construcciones para pesca, agricultura, acopio, transporte y procesamiento de animales acuáticos
- Control del deterioro del pescado
2) Conocimiento mínimo
exigido en productores de carnes y lácteos:
- Principales fuentes de contaminación biológica, química o física
- Microorganismos patógenos importantes en alimentos
- Influencia de la temperatura y de otros factores en la calidad e inocuidad de los alimentos
- Principios de producción animal
- Importancia de la nutrición animal en enfermedades transmitidas por alimentos de origen animal
- Contaminantes (Aflatoxina, Salmonella) que pueden llegar al producto final
- Fuentes de contaminación de la leche y medidas de control
- Principios de higiene en la cría de animales
- Importancia de la temperatura y de la humedad en el acopio productos de origen animal
Los empleados de cadenas de
producción y aquellos que manipulan, procesan y almacenan alimentos deben
conocer todos los peligros asociados a las etapas de la cadena alimentaria,
desde la recepción de la materia prima hasta la obtención del producto final.
La profundidad del conocimiento necesario a esas personas varía según el
producto manipulado. El personal de control de calidad tiene más
responsabilidades técnicas que los empleados de producción y, por lo tanto,
deben conocer las fuentes de contaminación biológica, física o química y su
importancia en todas las etapas del proceso. Deben conocer también todos los
métodos de monitoreo de PCC (Puntos Críticos de Control), su interpretación y
las medidas de control recomendadas. La gerencia debe ser responsable por las
BPM y por el plan HACCP. Estos sistemas deben evaluarse internamente y también
lo deben hacer los órganos oficiales de control.
El personal que trabaja con
transporte y acopio de alimentos debe conocer los peligros relacionados con la
manipulación y cómo minimizarlos. Los consumidores pueden reducir la
transmisión de enfermedades por medio de los alimentos, si se les informa bien
sobre la manera correcta de conservación y preparación, cómo evitar la
contaminación cruzada y saber eliminar o reducir los peligros. El personal de
la auditoría oficial debe ser capaz de auditar los PCC y los peligros
microbiológicos. Debe estar claro que las BPM y el HACCP son las mejores
herramientas para garantizar la inocuidad de los alimentos. Aquellos que
desarrollan planes HACCP deben considerar la importancia de las BPM como
requisito previo para la implantación de un plan HACCP.
3) Conocimiento básico
necesario para el personal de la industria de alimentos:
- Principales fuentes de microorganismos para el producto bajo su responsabilidad
- Papel de los microorganismos en las ETA y en el deterioro de alimentos
- Principios de higiene personal
- Importancia del aviso sobre enfermedades, heridas y cortes al personal superior
4) Conocimiento mínimo exigido
para el personal de control de calidad y de nivel gerencial:
- Naturaleza de los controles exigidos y su función en el proceso
- Métodos y frecuencia de limpieza y desinfección del equipo bajo su responsabilidad
- Modo de registro de desvío y especificación de los controles
- Características de productos normales y alterados
- Importancia de la conservación de registros
- Como monitorear los PCC bajo su responsabilidad
- Fuentes de microorganismos y su importancia, microorganismos patógenos y causantes de deterioro, y métodos de control
- Como realizar e interpretar análisis microbiológicos y físico-químicos
- Como investigar las posibles causas de desvío en el proceso y su solución
- Como mantener y transmitir registros de control de calidad
- Consecuencias microbiológicas e económicas de un proceso fuera de control
- Como determinar si un proceso está bajo control
- Donde comienzan y terminan las responsabilidades de los empleados de producción, personal de control de calidad y técnicos
- Fuentes de microorganismos y su papel en la transmisión de enfermedades y deterioro de alimentos
- Beneficios de la higiene personal para los empleados de producción
- Responsabilidad de la gerencia para garantizar que los empleados de producción y el personal de control de calidad sean entrenados en BMP y en necesidades específicas de sus funciones
Cuando se analiza el nivel
de entrenamiento exigido, deben contemplarse los siguientes factores:
a) la naturaleza del
alimento, principalmente su capacidad para permitir el crecimiento de microorganismos
patógenos;
b) la manera como el
alimento se manipula y embala, incluida la probabilidad de contaminación;
c) la extensión y la
naturaleza del procesamiento o preparación antes del consumo final;
d) las condiciones de
almacenamiento del alimento
e) el intervalo de tiempo
antes del consumo.
Puede determinarse la
necesidad y la periodicidad del entrenamiento en BPM basándose en reclamos de
los consumidores, problemas detectados o fallas ocurridas en el proceso, y
admisión de nuevos empleados.
5) Conocimiento mínimo
exigido para el personal de auditorías:
- El mismo nivel de conocimientos de los empleados de producción, del personal de control de calidad y de los gerentes sobre ETA y deterioro de alimentos
- Metodología de análisis de peligro/riesgo
- Aplicación y verificación de Sistemas HACCP
- Principios de contaminación cruzada por microorganismos patógenos y dañinos de los alimentos
- Principios de inocuidad alimentaria durante el transporte
- Principios de limpieza y desinfección aplicadas a los vehículos
- Temperatura en la inocuidad de de los alimentos
- Importancia del manejo integrado de plagas
- Medidas prácticas para garantizar la inocuidad de los alimentos preparados, almacenados y procesados
- Procesos y métodos adecuados de conservación y consecuencias de prácticas indebidas
- Prácticas inadecuadas que permiten crecimiento de microorganismos y germinación de esporas
- Alimentos potencialmente peligrosos
- Posibilidad y riesgos de contaminación cruzada
Debe realizarse un análisis
periódico respecto de la eficiencia del entrenamiento y de los programas de
instrucción, así como de la rutina de monitoreo y supervisión, para garantizar
que los procedimientos se realicen. Los gerentes y supervisores del
procesamiento de alimentos deben tener conocimiento suficiente acerca de los
principios y las prácticas de higiene de alimentos, para que sean capaces de
juzgar los peligros potenciales y tomar las medidas necesarias para controlar
las deficiencias. Los programas de entrenamiento deben revisarse y actualizarse
periódicamente. Los sistemas utilizados deben garantizar que los manipuladores
de alimentos apliquen todos los procedimientos necesarios para mantener la
inocuidad de los alimentos. Un programa mínimo para
entrenamiento en BPM debe abordar los siguientes temas:
a) PRODUCCIÓN PRIMARIA:
Objetivos; higiene ambiental; producción higiénica de alimentos; manipulación,
almacenaje y transporte; limpieza, mantenimiento y higiene personal.
b) ESTABLECIMIENTO -
PROYECTO E INSTALACIONES: Objetivos; localización del establecimiento;
localización del equipamiento; local e instalaciones; proyecto interior y
distribución; estructura interna y conexiones; equipo de control y monitoreo,
recipientes para basura y sustancias no comestibles e instalaciones.
c) CONTROL DE OPERACIONES:
Objetivo; control de peligros alimentarios; aspectos importantes de sistemas de
control de higiene; embalaje; programa de calidad del agua; gerenciamiento y
supervisión; documentación y registros; y procedimientos para recolección.
d) ESTABLECIMIENTO:
MANTENIMIENTO, LIMPIEZA y DESINFECCIÓN: Objetivo; mantenimiento limpieza y
desinfección; manejo integrado de plagas; gerenciamiento de programas de
remoción de basura; y monitoreo de la eficiencia.
e) HIGIENE PERSONAL:
Objetivo; estado de salud; enfermedades y lesiones; higiene personal;
comportamiento personal; visitantes.
f) TRANSPORTE: Objetivos;
consideraciones generales; exigencias; uso y mantenimiento; transporte y
distribución.
g) INFORMACIONES SOBRE El
PRODUCTO E INDICACIONES AL CONSUMIDOR: Objetivo; identificación del lote;
información sobre el producto; rotulado; educación del consumidor.
h) EVALUACIÓN DE LAS BPM:
Objetivo; verificación y auditoría.
i) CÓDIGOS DE PRÁCTICAS DE
HIGIENE DE LA COMISIÓN DEL CÓDEX ALIMENTARIUS: El "Código de Prácticas
Internacionales en Principios Generales de Higiene de los Alimentos"
(CAC/RCP 1-1969, rev.1997, ad.1999), de la Comisión del Codex Alimentarius,
recomienda prácticas generales de higiene para aplicarse a las actividades de
manipulación, incluido producción y cosecha, preparación, procesamiento,
embalaje, almacenaje, transporte, distribución y venta de alimentos para
consumo humano, con el objetivo de garantir productos inocuos y sanos. Este
código provee una base para el establecimiento de códigos de prácticas de
higiene para productos específicos, que tengan exigencias propias relativas a
la higiene alimentaria.
La evaluación de las Buenas
Prácticas de Manufactura es una actividad sistemática con el objetivo de
evaluar la eficiencia de la implementación y mantenimiento de los principios.
Verificar significa buscar la verdad, exactitud o realidad de algo, y auditoría
significa verificación o examen formal u oficial. Verificación es la aplicación
de métodos, procedimientos, pruebas y auditoría para evaluar las BPM. Puede ser
hecha por funcionarios entrenados, personal externo, organizaciones
gubernamentales, servicios de auditoría, organizaciones privadas, laboratorios
de control de calidad, asociaciones de empresarios, asociaciones de consumidores,
compradores, autoridades de países importadores, y miembros del equipo HACCP.
Todos los tópicos de la BPM deben verificarse, esto es, producción primaria,
proyectos e instalaciones de los establecimientos, control de operaciones,
mantenimiento y limpieza y desinfección del establecimiento, higiene personal,
transporte, información sobre el producto con indicaciones al consumidor y
entrenamiento.
La verificación se hace por
medio de análisis de las BPA/BPM y sus registros, evaluando su funcionamiento,
con observaciones y certificaciones que garanticen estos controles, calibración
de equipos de medición, pruebas de laboratorio, evaluación de proveedores,
control de plagas, procedimientos de limpieza y desinfección, entre otros.
Deben verificarse las BPA/BPM periódicamente, o cuando haya modificaciones en
el proceso, en el producto, en el material de embalaje o en otros aspectos que
afecten el producto final. Dichas verificaciones deben realizarse también en
casos de malos resultados de varias auditorías, desvíos frecuentes, nuevas
informaciones sobre peligros o en establecimientos con problemas en la
implementación de las BPA/BPM. Para llevar adelante la implementación de las
Buenas Prácticas (BPA y BPM) debe tenerse en cuenta el desarrollo y aplicación
de un manual que contemple a manera de ejemplo, los siguientes procedimientos:
Limpieza y desinfección - Higiene personal - Manejo integral de plagas.
BUENAS PRACTICAS
AGROPECUARIAS (BPA)
1- Recepción de materia
prima
2- Organigrama de la empresa
3- Selección de proveedores
y contratación de materia prima
4- Operacional de
agrotécnica y/o pecuaria
5- Manejo de salud animal
6- Manejo integrado de
plagas
7- Manejo de medio ambiente
Registros
1- Recepción de materia
prima en caso necesario
2- Aplicación de vacunas y
tratamiento antiparasitario
3- Aplicación de químicos
4- Calidad sanitaria del
agua
Este resumen inicial al
tema BPA, nos indica que son procedimientos que se aplican en la producción
primaria para garantizar los alimentos inocuos, además de:
- La no utilización de áreas donde el ambiente represente una amenaza a la inocuidad del alimento.
- El control de contaminantes, plagas y enfermedades de animales y plantas, para que no representen una amenaza a la seguridad sanitaria del alimento.
- La adopción de prácticas y medidas para asegurar que el alimento sea producido en condiciones higiénicas apropiadas.
El desafío más grande
cuando se estimula el manejo de la producción primaria es la integración de los
papeles del gobierno, productor primario, elaboradores y consumidores Es
necesario que los gobiernos participen en la gestión de los peligros asociados
a la producción primaria, reglamentando el empleo de pesticidas y medicamentos
veterinarios entre otros, en la identificación y control de peligros
ambientales. Deben elaborarse programas de educación y entrenamiento para
facilitar el manejo de la producción primaria. Las BPA comprenden un amplio
campo temático y abarcan muchos aspectos operativos del establecimiento y del
personal. Los procedimientos de limpieza y desinfección (L y D) son llevados en
la producción primaria para lograr la meta global de producción de alimento
seguro. Los mismos forman parte de las BPA y debido a su importancia son
preferentemente estudiadas por separado.
Para llevar adelante la
implementación de las Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) debe tenerse en
cuenta el desarrollo y aplicación de un manual que contemple a manera de
ejemplo, los siguientes procedimientos: Es necesario considerar las
fuentes potenciales de contaminación originarias del medio ambiente. La
producción primaria de alimentos no debe realizarse en áreas donde la presencia
de sustancias potencialmente perjudiciales podría determinar un nivel
inaceptable de estas sustancias en el alimento. El uso de agua de mala calidad
puede constituir una fuente directa de contaminación y/o un medio de
diseminación de la contaminación localizada en el campo, en las instalaciones o
durante el transporte.
Cuando el agua entra en
contacto con frutas, vegetales y animales, puede producirse la contaminación de
éstos por agentes biológicos y/o químicos. Se debe identificar la fuente y la
distribución del agua utilizada. Entre las fuentes más comunes de agua para la
agricultura se encuentran: agua superficial (ríos, riachos, canaletas de
irrigación y canales descubiertos), acumulada (reservorios, represas y lagos),
subterránea (procedente de pozos) y agua de abastecimiento municipal. Se supone
que el agua subterránea se halla menos propensa a la contaminación por agentes
biológicos y/o químicos que el agua superficial. Sin embargo, en determinadas
condiciones, los pozos construidos indebidamente y los pozos viejos pueden
estar afectados por el agua superficial, y son entonces más susceptibles a la
contaminación. Los pozos deben ser conservados en buenas condiciones y que los
agricultores conozcan y monitoreen periódicamente la calidad del agua. Los
programas ofrecidos por organismos municipales de divulgación o entidades
municipales y estatales de salud pública y de protección ambiental pueden
ayudarles a evaluar el estado de los pozos.
Deben revisarse las
prácticas y condiciones existentes para detectar posibles fuentes de
contaminación. El agua para uso agropecuario se puede contaminar directa o indirectamente
por la materia fecal de los seres humanos o de los animales, cuando las heces
no sean drenadas de manera adecuada. La contaminación por materia fecal humana
puede ocurrir por daños o defectos en el proyecto de los sistemas sépticos y
por los vertidos procedentes de instalaciones de tratamiento de aguas
residuales (como la combinación del desborde del agua de rejillas de la red
cloacal y el desborde del agua de lluvia). Entre los ejemplos de fuentes de
contaminación del terreno causadas por materia fecal de animales, se encuentran
la presencia de animales que pastan en áreas de cultivo; el almacenamiento de
estiércol animal en áreas próximas a las tierras de labranza; la pérdida o
desborde en tanques de estiércol; el acceso no controlado de ganado a las aguas
superficiales, pozos o zonas de bombeo, basurales y la existencia de altas concentraciones
de fauna silvestre.
Para minimizar el riesgo
biológico y/o químico en alimentos, se deben evaluar y controlar, las fuentes
de agua. Se debe tener conciencia del uso dado al terreno en la actualidad y en
el pasado. El agua para uso agrícola con frecuencia es un recurso compartido,
dado que en algunas regiones procede de aguas superficiales que recorren cierta
distancia antes de llegar al área de cultivo. Aunque los productores
agropecuarios no puedan controlar los factores que afectan su cuenca
hidrográfica, el hecho de tener conciencia de los problemas potenciales puede
ayudar a determinar las medidas de control más apropiadas. En la evaluación de la
calidad del agua, los operadores deben considerar los factores que afectan la
cuenca hidrográfica que comparten. En los casos en que se pueda detectar y
controlar una posible fuente de contaminación, se deben evaluar las prácticas
para proteger la calidad del agua de uso agropecuario.
Entre las buenas prácticas
agropecuarias se encuentra la protección de aguas superficiales, pozos y áreas
de bombeo del acceso indiscriminado de ganado y de animales silvestres a las
áreas de captación y almacenamiento de agua, para reducir la contaminación por
materia fecal. El uso de prácticas de conservación del suelo y del agua, como
la construcción de canales con lecho de hierba, desvíos, estructuras para
controlar el desagüe y franjas de vegetación, que actúan como barreras físicas,
puede contribuir a impedir que el desagüe del agua contaminada afecte el agua
para uso agrícola y el cultivo de frutas y vegetales y/o pecuarios, producción
de leche, etc. Los productores deben, siempre que sea posible, adoptar buenas prácticas
agropecuarias (BPA) para reducir a su mínima expresión el riesgo. Siempre deben considerarse
los efectos potenciales de las actividades de producción primaria en lo
concerniente a la inocuidad de los alimentos. Para ello, es necesaria la identificación
de cualquier punto específico de esas actividades donde haya alta posibilidad
de contaminación, así como la puesta en práctica de medidas específicas para
minimizar esta probabilidad. Siempre que fuera posible, los productores
deberían implementar medidas para:
- Controlar la contaminación por aire, suelo, agua, forrajes, fertilizantes, pesticidas, medicamentos veterinarios, o cualquier otro agente usado en la producción primaria.
- Controlar la calidad sanitaria de vegetales y animales para que no representen una amenaza a la salud humana cuando sean consumidos, o para que no afecten negativamente la inocuidad del producto.
- Proteger los productos alimenticios contra la contaminación biológica, química o física.
Se debe tener un cuidado
especial en la manipulación de residuos y en el almacenamiento apropiado de
sustancias peligrosas. Se deben incentivar la aplicación de Buenas Prácticas
Agropecuarias para producción de materia prima segura. Los peligros asociados
con la producción primaria pueden o no ser eliminados o reducidos a niveles
aceptables, en función del proceso y manipulación posteriores y del tipo de
alimento. Los productos primarios contaminados por agentes físicos, químicos o
biológicos, pueden afectar la salud de los consumidores. Es esencial comprender
cómo los contaminantes entran en la producción primaria, para facilitar el
desarrollo de acciones apropiadas y de mecanismos eficaces de control. En
muchos casos, sin embargo, no se definieron las medidas de control para proveer
medios de evaluación de determinados peligros. Los programas normales de
requisitos previos pueden incluir los siguientes apartados, aunque no se
limitan solamente a ellos:
Instalaciones: El
establecimiento debe estar localizado, construido y sostenido de acuerdo con
los principios del proyecto sanitario. Debe haber un flujo lineal "marcha
hacia delante" de productos y un control del tráfico para minimizar la
contaminación cruzada de alimentos crudos con cocidos y de áreas sucias con
áreas limpias. Una vez conocidas las fuentes de contaminación, es necesario
establecer la operatividad o esquema detallado del establecimiento y prever
instalaciones que eviten o minimicen las contaminaciones.
Control de proveedores:
Cada establecimiento debe garantizar que sus proveedores implanten programas de
BPM y HACCP.
Especificaciones: Debe
haber especificaciones por escrito de todas las materias primas, materiales
para embalaje y del alimento final.
Equipo de producción: Todo
equipo debe ser construido e instalado según los principios de un proyecto
sanitario. Deben establecerse procedimientos, documentarse y verificarse
programas por medio de calendarios de mantenimiento y calibrado preventivos.
Limpieza y Desinfección:
Debe haber un programa de limpieza y desinfección, los procedimientos deben ser
documentados por escrito y verificados.
Higiene personal: Todos los
operarios o cualquier otra persona que ingrese a las instalaciones de
procesamiento de alimentos deben cumplir con los requisitos referentes a la higiene
personal, a los procedimientos de limpieza y desinfección, a la seguridad
personal, y cuando sea pertinente deben conocer su papel en el programa HACCP.
Capacitación: Las empresas deben mantener programas y registros de las actividades de entrenamiento de los operarios y asistentes. Éstos deben basarse en la necesidad de entrenamiento y reentrenamiento, por medio de la supervisión, capacitación y desempeño de los operarios.
Control de productos
químicos: Debe haber procedimientos documentados para garantizar la separación
y el uso adecuado de productos químicos no alimenticios en el establecimiento,
incluidos los productos de limpieza, los que se utilizan en el mantenimiento y
calibrado de equipos, fumigantes, pesticidas o cebos empleados dentro o alrededor
de las instalaciones.
Recepción, almacenamiento y
envío de productos: Todas las materias primas y los productos no procesados
deben ser almacenados en condiciones sanitarias y ambientales (como temperatura
y humedad) apropiadas para garantizar su seguridad. La recepción debe asegurar
que los productos recibidos atiendan a sus especificaciones y a las exigencias
de transporte, acondicionamiento e higiene adecuados.
Rastreabilidad /
Trazabilidad: Todas las materias primas y los productos no procesados deben ser
codificados por lote, y su distribución debe identificarse con el fin de poner
en práctica un sistema de recolección. De esa manera, cuando sea necesario,
pueden realizarse seguimientos y recolecciones del producto rápido y completo.
Manejo Integrado de Plagas:
Deben establecerse programas eficientes de Manejo Integrado de Plagas que
combatan insectos, roedores, pájaros y otros. Estos programas podrán ser
elaborados e implementados por la misma industria productora de alimentos (con
personal capacitado) o tercerizados con una empresa especializada, a la vez que
deberán estar autorizados.
Las Buenas Prácticas de
Manufactura son procedimientos que se aplican en la elaboración de alimentos
para garantizar que estos sean inocuos. Se articulan con las BPA y ambas son
prerrequisitos del sistema HACCP. Este sistema, debe ser ejecutado sobre una
base sólida de cumplimiento de las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y de
los Procedimientos de Limpieza y Desinfección (POES), que son parte de las BPM
y que, debido a su importancia, son frecuentemente considerados y estudiados
por separado. Las BPM comprenden un amplio campo temático, y abarcan muchos
aspectos operacionales del establecimiento y del personal. Los procedimientos
de Limpieza y Desinfección son usados por las empresas procesadoras de
alimentos para lograr la meta global de producción de alimentos seguros. Cada
segmento de la industria debe disponer de las condiciones necesarias para
proteger los alimentos mientras éstos estén bajo su control. Esto se ha logrado
por medio de la aplicación de las BPM como requisito previo para la implementación
del sistema HACCP.
La existencia y la
eficiencia de programas de requisitos previos deben ser evaluadas durante la
planificación y la implementación de cada plan HACCP (indispensable para la
implementación de sistema HACCP). Todos los programas de requisitos previos
deben ser documentados, operados y periódicamente verificados. Esos programas
son establecidos y administrados separadamente del plan HACCP. Por ejemplo,
muchos establecimientos tienen prácticas operacionales de mantenimiento
preventivo para determinados equipos de procesamiento, tendientes a evitar
fallas y pérdidas en la producción. Durante la elaboración de un plan HACCP, el
equipo humano puede decidir si el mantenimiento y el calibrado de rutina de un
horno deben ser incluidos en el plan como una actividad que debe ser
verificada. Eso garantizaría la obtención de la temperatura interna mínima
necesaria para la inocuidad del alimento.
"SOMOS LO QUE HACEMOS REPETIDAMENTE. EXCELENCIA, POR LO TANTO, NO ES UN ACTO SINO UN HÁBITO"
ARISTOTELES
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ResponderBorrarCertificado HACCP Argentina
Thanks so much
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