HISTORIA DE LA BROMATOLOGIA (II Parte)
Más
recomendaciones higiénico-sanitarias las encontramos en preceptos religiosos de
otras civilizaciones. El Libro de Manú (500 años a.C.), fundamento del
comportamiento religioso de los brahmanes de la India, indica cómo debe
realizarse la carnización de los animales y el faenado de su carne.
En el Corán
(644 años d.C.) se menciona ”os está vedada la carne mortecina, la sangre, la
carne de cerdo, la del animal sobre el que se haya invocado un nombre diferente
del de Dios, la del animal muerto a palos, de una caída, de una cornada, la del
devorado parcialmente por las fieras, incluso si aún lo sacrificáis vosotros,
la del inmolado en piedras erectas” (versículo 5.3).
En la Edad Media, los
gremios profesionales de las grandes ciudades de Europa Central fueron los
principales responsables de la regulación del comercio, destacando los gremios
de carniceros, pescaderos y panaderos que promulgaron reglamentos para impedir
las adulteraciones de los alimentos. Fue en 1276, en Augsburgo, cuando se
dispuso que los sacrificios debían llevarse a cabo en mataderos públicos.
Otro
aspecto importante a considerar son las consecuencias del descubrimiento de
América en relación a la incorporación de nuevos alimentos y la necesidad de
cargar las bodegas de los barcos con víveres duraderos para las grandes
expediciones. En Sevilla, en 1525, se tiene conocimiento de la existencia de un
matadero, obligándose al cumplimiento de ciertas normas higiénicas en el
comercio de alimentos. En esta época, la inspección y los decomisos fueron
encomendados a los “fieles o veedores” de los mercados, representantes de la
autoridad municipal, sin estudios especializados, que llegaron a tener gran
importancia en determinadas capitales donde alcanzaron el grado de “veedores
diputados”.
Durante esta época, los conocimientos sobre Higiene, Inspección y
Control Alimentario se basaban en las creencias religiosas y en las
conclusiones obtenidas de la observación y experiencia. Esto supone una
inspección de alimentos empírica, poco científica y en numerosas ocasiones no
exenta de supersticiones. No se producen cambios importantes hasta el
nacimiento de la propia profesión veterinaria, cuando los veterinarios fueron
sustituyendo a los “veedores”.
Para tener una
visión general sobre la influencia de los conocimientos científicos en el
desarrollo histórico de la Higiene, Inspección y Control Alimentario, se
comentará brevemente aquellas investigaciones más interesantes en los distintos
campos científicos relacionados con esta disciplina. No es hasta el siglo XIX
cuando el veterinario adquiere la debida importancia como higienista e
inspector de alimentos, ya que es a partir de esta época cuando comenzaron a
sucederse hechos que identificaban la relación entre la alimentación y el
estado de salud.
A medida que se profundiza en el conocimiento de la patología
humana y animal, se llega a la conclusión de que ciertas enfermedades podrían
transmitirse de los animales al hombre por el consumo de carnes procedentes de
animales enfermos. A este respecto, fueron de primera magnitud los hallazgos en
Parasitología y Bacteriología. A partir de los siglos XVII y XVIII, la mayor
preocupación social frente a la teniasis, triquinosis y tuberculosis, junto con
los avances en Química y Microbiología, originó una etapa sanitaria en el
control de los alimentos y un importante empuje al desarrollo de esta
disciplina. Respecto a los avances en Microbiología, a pesar de que los
microorganismos fueron descritos por primera vez por Van Leeuwenhoek (1675),
fue Louis Pasteur quien, 200 años después, hizo comprender al mundo científico
la importancia de las observaciones del primero. Pasteur investigó numerosas
enfermedades del hombre y de los animales, comprobando, sin lugar a duda, que
las bacterias eran la causa responsable de muchas de ellas. Sus investigaciones
tuvieron una particular importancia en la Ciencia de los Alimentos.
Como
consecuencia de los descubrimientos de Pasteur, médicos y veterinarios
comenzaron a tomar la responsabilidad de la lucha frente a las zoonosis y epizootias
como base de la Higiene Alimentaria. Además, en esta época se empieza a
adquirir un conocimiento científico sobre la relación entre el consumo de
alimentos contaminados y la falta de higiene con la aparición de enfermedades
bacterianas en el hombre. Algunos hallazgos científicos de importancia en la
Microbiología de los alimentos son los siguientes:
− John Snow
(1854) identificó el agua de bebida como principal fuente de difusión del
cólera.
− William Budd
(1856) llegó a la conclusión de que la fiebre tifoidea era difundida con la
leche o el agua de bebida contaminada.
− Gaertner
(1888) describió, por primera vez, una bacteria capaz de provocar una
toxiinfección alimentaria y que después se identificó como la Salmonella.
− Van Ermengem
(1896) identificó el Clostridium botulinum como agente causal del botulismo
− En 1914 se
comprobó la relación de los estafilococos con las enfermedades alimentarias.
− Entre1945-53
se identifica el Clostridium perfringes como responsable de toxiinfecciones
alimentarias.
En resumen, un
mejor conocimiento de la patología general, los adelantos en histopatología, el
descubrimiento de bacterias y parásitos, el papel desempeñado por algunos
veterinarios (clínicos y microbiólogos) y la comprobación de la existencia de
enfermedades zoonóticas determinaron que se contase con estos profesionales
como parte fundamental de la inspección y control de los alimentos (Sanz,
1988). Los principales cambios a destacar en el campo de la Tecnología de los Alimentos
son el desarrollo de los métodos de pasterización y esterilización o
apertización, fundamentales para asegurar la higiene y conservación de los
alimentos. Nicholas Appert diseñó un sistema con el que se conseguía prolongar
la vida útil de los alimentos, conservándolos en las populares latas de
conservas. A este método se le denominó “apertización o esterilización” y fue
premiado con 12.000 francos por Napoleón, ya que se utilizó para proporcionar
un mejor aprovisionamiento de víveres a las tropas francesas. El método de
pasterización debe su nombre a Pasteur (1869) y se aplicó por primera vez con
la finalidad de higienizar la leche destinada al consumo humano (1890).
Continuará................
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